Judas Iscariote (en hebreo יהודה איש־קריות Yəhûḏāh ʾΚ-qəriyyôṯ , Ish-Keryot: de Keriot) (* Keriot,? — + Jerusalén, 27-33 a.C?), fue uno de los apóstoles de Jesús de Nazaret. Siguió a su maestro durante su predicación por Judea y Galilea y, según los Evangelios, fue el apóstol traidor que reveló a los miembros del Sanedrín el lugar donde podían capturar a su Maestro sin que sus seguidores interfiriesen, tal como había anunciado el propio Jesús durante la Última Cena.
Su historia según los evangelios
El Evangelio de Juan expone un antecedente importante de la traición de Judas: la malversación de fondos. Judas era el tesorero y robaba el dinero destinado a los pobres (Juan 12:6).
Según todos los evangelios, Judas guió a los guardias que arrestaron a Jesús hasta el lugar donde lo encontraron y según los sinópticos, les indicó quién era besándole (Marcos 14:43-46). Por su traición fue recompensado con treinta siclos de plata (Mateo 26:15), pero al poco tiempo se arrepintió de sus actos, intentó devolver las monedas a los sacerdotes que se las habían dado, y al no aceptarlas éstos, las arrojó en el templo. Luego, desesperado ante la magnitud de su delación, se suicidó ahorcándose (Mateo 27:5) en un árbol (abril de 29–33). Según otra versión, Judas compró un campo con el dinero que obtuvo gracias a su traición, pero «cayendo de cabeza, se reventó por en medio, y todas sus entrañas se derramaron» (Hechos 1:18), por lo que «aquel campo fue llamado en su lengua Acéldama, que quiere decir Campo de Sangre».
La historia de Judas, no deja de sorprendernos a muchos de los que estamos dentro de la promesa de salvación. Todos entendemos lo maravilloso que significa ser salvos de una condenación eterna.
Sin embargo podemos ver que; el Señor Jesús, no solamente le ofreció a Judas una vida mejor, sino el privilegio de ser parte de un grupo de ministros para predicar la salvación a los que como él (Judas) estaban perdidos.
Judas Iscariote nunca se convirtió, Nunca aceptó el regalo de la vida, los ideales de Jesús no eran compatibles con los suyos propios. Jesús ofreció un reino que no pertenece a este mundo, mas sin embargo ese mismo reino es el mismo que Jesús dijo que se había acercado a nosotros. Marcos 1:15.
Para entender este concepto debemos recordar las palabras de Jesús cuando dijo: donde están dos o tres congregados en mi nombre ahí estoy yo; en otras palabras donde esta Jesús, está su reino. El reino de Jesús es un reino de adoración y exaltación. (Admirable consejero), es un reino de relación de protección y salvación. (Dios fuerte), es un reino de relación de padre a hijo. (Padre eterno), es un reino de paz. (Príncipe de paz. Isaías 9:6. También es un reino que resplandece en las tinieblas. Isaías 9:2; Juan 3:16-21. Que lastima que el hombre no quiere aceptar el llamado a todos estos maravillosos principios que no solo cambian el corazón afligido, sino todo un estilo de vida diferente.
Judas sigue al maestro atraído por su fama.
Su historia según los evangelios
El Evangelio de Juan expone un antecedente importante de la traición de Judas: la malversación de fondos. Judas era el tesorero y robaba el dinero destinado a los pobres (Juan 12:6).
Según todos los evangelios, Judas guió a los guardias que arrestaron a Jesús hasta el lugar donde lo encontraron y según los sinópticos, les indicó quién era besándole (Marcos 14:43-46). Por su traición fue recompensado con treinta siclos de plata (Mateo 26:15), pero al poco tiempo se arrepintió de sus actos, intentó devolver las monedas a los sacerdotes que se las habían dado, y al no aceptarlas éstos, las arrojó en el templo. Luego, desesperado ante la magnitud de su delación, se suicidó ahorcándose (Mateo 27:5) en un árbol (abril de 29–33). Según otra versión, Judas compró un campo con el dinero que obtuvo gracias a su traición, pero «cayendo de cabeza, se reventó por en medio, y todas sus entrañas se derramaron» (Hechos 1:18), por lo que «aquel campo fue llamado en su lengua Acéldama, que quiere decir Campo de Sangre».
La historia de Judas, no deja de sorprendernos a muchos de los que estamos dentro de la promesa de salvación. Todos entendemos lo maravilloso que significa ser salvos de una condenación eterna.
Sin embargo podemos ver que; el Señor Jesús, no solamente le ofreció a Judas una vida mejor, sino el privilegio de ser parte de un grupo de ministros para predicar la salvación a los que como él (Judas) estaban perdidos.
Judas Iscariote nunca se convirtió, Nunca aceptó el regalo de la vida, los ideales de Jesús no eran compatibles con los suyos propios. Jesús ofreció un reino que no pertenece a este mundo, mas sin embargo ese mismo reino es el mismo que Jesús dijo que se había acercado a nosotros. Marcos 1:15.
Para entender este concepto debemos recordar las palabras de Jesús cuando dijo: donde están dos o tres congregados en mi nombre ahí estoy yo; en otras palabras donde esta Jesús, está su reino. El reino de Jesús es un reino de adoración y exaltación. (Admirable consejero), es un reino de relación de protección y salvación. (Dios fuerte), es un reino de relación de padre a hijo. (Padre eterno), es un reino de paz. (Príncipe de paz. Isaías 9:6. También es un reino que resplandece en las tinieblas. Isaías 9:2; Juan 3:16-21. Que lastima que el hombre no quiere aceptar el llamado a todos estos maravillosos principios que no solo cambian el corazón afligido, sino todo un estilo de vida diferente.
Judas sigue al maestro atraído por su fama.
Podemos pensar que al principio estaba entusiasmado por los prodigios y milagros que hacia Jesús y por que mucha gente lo quería hacer rey. Juan 6:15.
Las ideas mundanas de Judas.
El rechazo de Jesús a este tipo de ofrecimiento le pudo sorprender y pronto se producen dudas en su corazón, y se resiste a abandonar sus ideas y ventajosos motivos de verse como uno de los principales del nuevo rey de Israel.
El estilo de vida que Jesús y sus discípulos llevaban.
El ministerio de Jesús fue un ministerio duro, ambulante, Jesús iba a todas partes, a ciudades y aldeas a predicar el reino de Dios. Muchas veces no tenían donde recostar la cabeza, otras veces no tenía lo necesario para comer, y por supuesto; había ausencia de todo tipo de lujos. La vida era hermosa, pero dura.
Jesús no parece hábil ni político.
Jesús no se gana la simpatía de los poderoso; pues, sin tener ningún tipo de problemas, les hecha encara sus pecados y se convierte en sus enemigos. Los mismos hombres con influencia como Nicodemo permanecen ocultos cuando comienza a desatarse la persecución.
II. No puedes vivir en santidad cuando vives en pecado.
Una persona mediocre experimenta un tremendo rechazo ante el santo, le repugna y llega a odiarle. Jesús ama a Judas, pero ese amor le produce el rechazo en él. Su mala conducta no se convierte en contacto con la santidad de Jesús, sino que le rechaza con un espíritu de crítica y negativo. Luego viene la crítica amarga y la reacción entre los demás discípulos, podemos ver caras largas y desánimo lo que abre más la grieta de su corazón para cuando llegue la tentación y poder entregar al amigo y maestro. Luc. 22:23.
Judas era ladrón.
Como administrador de las finanzas del ministerio de Jesús y sus discípulos, judas sustraía. Los apóstoles no entendieron cuando Jesús le dijo a Judas que hiciera cuanto antes lo que tenia que hacer. Jesús se refería a la traición de Judas, y los discípulos creían que se refería a alguna compra para sus necesidades de la fiesta o probablemente ayudar al pobre, ya que Judas era el administrador de las finanzas. Jn. 12:3-6; Mt. 26:21,23-24.
La avaricia de Judas.
Probablemente la esperanza de un reino material indujo a Judas sustraer de la bolsa el dinero. La idea de un rey terrenal lo traiciona a la fidelidad como intimo de un rey. El designio divino es transparente en este caso. Judas fue a los principales sacerdotes para entregar a Jesús. Los sacerdotes se alegraron por la noticia y le ofrecieron dinero. La cantidad era treinta monedas de plata, profetizadas por el profeta Zacarías 11:12. Treinta monedas de plata era el precio por un cordero pascual según algunos eruditos y por otro lado también era el precio por la muerte de un esclavo causada por un animal de labranza.
La reacción de Judas ante la unción de Jesús. Jn. 12:3-8
Con esta crítica Judas no solo es miserable, sino que la misma alcanza a Jesús mismo, quien lo exhorta en público con fortaleza y serenidad. Jesús aclara la acción de María diciendo: dejadla, porque para el día de mi sepultura lo ha hecho, pues a los pobres los tendréis siempre con vosotros. La critica Judas muestra su grande amargura de corazón, lo cual no es un deseo de justicia y caridad hacia los pobres, sino de la rebeldía interior ante la evidencia de que seguir al maestro requiere abandonar las cosas mundanas, la avaricia a las riquezas, ambiciones y poder terrenal.
En la entrada de la pascua vemos a Jesús siendo amado por todos los suyos, pero en todo este ambiente amoroso se encuentra un traidor, que ya se ha puesto de acuerdo con los enemigos del reino de Dios para entregar a Jesús.
III. Satanás entra en Judas.
Satanás entra en la vida de una persona, solo cuando se le permite entrar. Puede tentar como lo hizo con Jesús, y lo puede hacer con todos, pero para entrar necesita una puerta abierta. Satanás es rebelde, pero inteligente, conoce las debilidades de los hombres y las pone a prueba. Odia a Dios y sabe que la mayor victoria que puede obtener es destruir al hombre que posee la imagen de Dios mismo. Judas se convierte en instrumento de Satanás para llevar acabo el arresto de Jesús y su crucifixión. Luc.22:3
Satanás conoce la debilidad de Judas.
Satanás conoce las malas intenciones de Judas, el deseo de poder, la ambición al dinero. A lo largo de los tres años ha observado sus malas intenciones, el resentimiento por entender lo que Jesús está haciendo. Judas no entiende el amor tan grande de Jesús que lo ha llevado a todas partes predicando de su amor y misericordia a los abatidos de espíritu, no puede entender su reacción contra los religiosos fariseos. Esta acción de amor y paciencia llena a Judas de odio.
Apostasía de Judas.
Apostasía es el abandonar públicamente las creencias religiosas o políticas. Diccionario “el Pequeño Larousse”.
El diccionario bíblico dice: Apostasía significa: volverse atrás, recaer. Hechos 21:21; Jer. 31:30-34; Heb.3:12.
Apostasía es la fe que se abandona.
Apostasía indica la posición de la cual se puede caer, una profesión que se abandona de una manera deliberada. No se trata de un cristiano que caiga en pecado, sino de aquel vuelve atrás, de aquel que profesa la fe exteriormente, pero que no haya experimentado la conversión genuina. Las Escrituras no ofrecen ninguna esperanza para una persona en ese estado.
IV.¿Se salvó Judas Iscariote?
Romanos 10:9-10. Para se salvo.
Juan 17:12. El que no se salva
Mateo 3:7-10. Sin un verdadero arrepentimiento no puedes ser salvo.
Por otra parte entendemos que el arrepentimiento verdadero no significa sentimiento de culpa o admitir el error, tampoco significa pesar, Judas no se arrepintió, porque no cambio de actitud, arrepentirse es cambiar de actitud.
A. Profecía acerca de la acción de Judas.
A.T. Salmo 41:9; Salmo 109:8; Zacarías 11:12-13.
B. La profecía es aplicable a cualquiera de los discípulos.
Mateo 26:21-25; Marcos 14:18-21; Lucas 22:21-23; Juan 13:18-26; Juan 17:12; Hechos 1:16-20.
A. El evangelio de Mateo dice: Pero hay de aquel hombre por quien el hijo del hombre es entregado, “bueno le fuera a aquel hombre no haber nacido”. Mateo 26:20-25. Romanos 3:23; 6:23; Ap.21:8.
Nota 1
Existe una creencia entre el pueblo judío de que Judas fue salvo, pero no pasa de ser una creencia fuera de fundamento escritural. Esa creencia no tiene apoyo bíblico.
Nota 2.
Según los musulmanes; Jesús no fue crucificado. Jesús subió a los cielos y fue Judas Iscariote quien tomó su lugar de manera clandestina. También afirman que las treinta monedas de las que habla la Biblia nunca existieron.
Conclusión:
Judas Iscariote no se salvó conforme a las Escrituras. La salvación está disponible para todos los que han experimentado un cambio en el corazón, un cambio de actitud, un arrepentimiento que da fruto por medio del Espíritu Santo. Jesus dijo: " ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? y en el versiculo 71confirma la persona de la que está hablando. "Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón ; porque este era el que le iba a entregar, y era uno de los doce". Juan 6:70-71. por lo que vemos en estos versiculos. Jesús no solamente distinguía a Judas de los demas discipulos, sino que sabía con exactitud quien era.
Ademas quiero aclarar que con esto no he mandado a Judas al infierno; lo que he expuesto en esta nota es solamente lo que puedo entender por medio de las Sagradas Escrituras.
Las ideas mundanas de Judas.
El rechazo de Jesús a este tipo de ofrecimiento le pudo sorprender y pronto se producen dudas en su corazón, y se resiste a abandonar sus ideas y ventajosos motivos de verse como uno de los principales del nuevo rey de Israel.
El estilo de vida que Jesús y sus discípulos llevaban.
El ministerio de Jesús fue un ministerio duro, ambulante, Jesús iba a todas partes, a ciudades y aldeas a predicar el reino de Dios. Muchas veces no tenían donde recostar la cabeza, otras veces no tenía lo necesario para comer, y por supuesto; había ausencia de todo tipo de lujos. La vida era hermosa, pero dura.
Jesús no parece hábil ni político.
Jesús no se gana la simpatía de los poderoso; pues, sin tener ningún tipo de problemas, les hecha encara sus pecados y se convierte en sus enemigos. Los mismos hombres con influencia como Nicodemo permanecen ocultos cuando comienza a desatarse la persecución.
II. No puedes vivir en santidad cuando vives en pecado.
Una persona mediocre experimenta un tremendo rechazo ante el santo, le repugna y llega a odiarle. Jesús ama a Judas, pero ese amor le produce el rechazo en él. Su mala conducta no se convierte en contacto con la santidad de Jesús, sino que le rechaza con un espíritu de crítica y negativo. Luego viene la crítica amarga y la reacción entre los demás discípulos, podemos ver caras largas y desánimo lo que abre más la grieta de su corazón para cuando llegue la tentación y poder entregar al amigo y maestro. Luc. 22:23.
Judas era ladrón.
Como administrador de las finanzas del ministerio de Jesús y sus discípulos, judas sustraía. Los apóstoles no entendieron cuando Jesús le dijo a Judas que hiciera cuanto antes lo que tenia que hacer. Jesús se refería a la traición de Judas, y los discípulos creían que se refería a alguna compra para sus necesidades de la fiesta o probablemente ayudar al pobre, ya que Judas era el administrador de las finanzas. Jn. 12:3-6; Mt. 26:21,23-24.
La avaricia de Judas.
Probablemente la esperanza de un reino material indujo a Judas sustraer de la bolsa el dinero. La idea de un rey terrenal lo traiciona a la fidelidad como intimo de un rey. El designio divino es transparente en este caso. Judas fue a los principales sacerdotes para entregar a Jesús. Los sacerdotes se alegraron por la noticia y le ofrecieron dinero. La cantidad era treinta monedas de plata, profetizadas por el profeta Zacarías 11:12. Treinta monedas de plata era el precio por un cordero pascual según algunos eruditos y por otro lado también era el precio por la muerte de un esclavo causada por un animal de labranza.
La reacción de Judas ante la unción de Jesús. Jn. 12:3-8
Con esta crítica Judas no solo es miserable, sino que la misma alcanza a Jesús mismo, quien lo exhorta en público con fortaleza y serenidad. Jesús aclara la acción de María diciendo: dejadla, porque para el día de mi sepultura lo ha hecho, pues a los pobres los tendréis siempre con vosotros. La critica Judas muestra su grande amargura de corazón, lo cual no es un deseo de justicia y caridad hacia los pobres, sino de la rebeldía interior ante la evidencia de que seguir al maestro requiere abandonar las cosas mundanas, la avaricia a las riquezas, ambiciones y poder terrenal.
En la entrada de la pascua vemos a Jesús siendo amado por todos los suyos, pero en todo este ambiente amoroso se encuentra un traidor, que ya se ha puesto de acuerdo con los enemigos del reino de Dios para entregar a Jesús.
III. Satanás entra en Judas.
Satanás entra en la vida de una persona, solo cuando se le permite entrar. Puede tentar como lo hizo con Jesús, y lo puede hacer con todos, pero para entrar necesita una puerta abierta. Satanás es rebelde, pero inteligente, conoce las debilidades de los hombres y las pone a prueba. Odia a Dios y sabe que la mayor victoria que puede obtener es destruir al hombre que posee la imagen de Dios mismo. Judas se convierte en instrumento de Satanás para llevar acabo el arresto de Jesús y su crucifixión. Luc.22:3
Satanás conoce la debilidad de Judas.
Satanás conoce las malas intenciones de Judas, el deseo de poder, la ambición al dinero. A lo largo de los tres años ha observado sus malas intenciones, el resentimiento por entender lo que Jesús está haciendo. Judas no entiende el amor tan grande de Jesús que lo ha llevado a todas partes predicando de su amor y misericordia a los abatidos de espíritu, no puede entender su reacción contra los religiosos fariseos. Esta acción de amor y paciencia llena a Judas de odio.
Apostasía de Judas.
Apostasía es el abandonar públicamente las creencias religiosas o políticas. Diccionario “el Pequeño Larousse”.
El diccionario bíblico dice: Apostasía significa: volverse atrás, recaer. Hechos 21:21; Jer. 31:30-34; Heb.3:12.
Apostasía es la fe que se abandona.
Apostasía indica la posición de la cual se puede caer, una profesión que se abandona de una manera deliberada. No se trata de un cristiano que caiga en pecado, sino de aquel vuelve atrás, de aquel que profesa la fe exteriormente, pero que no haya experimentado la conversión genuina. Las Escrituras no ofrecen ninguna esperanza para una persona en ese estado.
IV.¿Se salvó Judas Iscariote?
Romanos 10:9-10. Para se salvo.
Juan 17:12. El que no se salva
Mateo 3:7-10. Sin un verdadero arrepentimiento no puedes ser salvo.
Por otra parte entendemos que el arrepentimiento verdadero no significa sentimiento de culpa o admitir el error, tampoco significa pesar, Judas no se arrepintió, porque no cambio de actitud, arrepentirse es cambiar de actitud.
A. Profecía acerca de la acción de Judas.
A.T. Salmo 41:9; Salmo 109:8; Zacarías 11:12-13.
B. La profecía es aplicable a cualquiera de los discípulos.
Mateo 26:21-25; Marcos 14:18-21; Lucas 22:21-23; Juan 13:18-26; Juan 17:12; Hechos 1:16-20.
A. El evangelio de Mateo dice: Pero hay de aquel hombre por quien el hijo del hombre es entregado, “bueno le fuera a aquel hombre no haber nacido”. Mateo 26:20-25. Romanos 3:23; 6:23; Ap.21:8.
Nota 1
Existe una creencia entre el pueblo judío de que Judas fue salvo, pero no pasa de ser una creencia fuera de fundamento escritural. Esa creencia no tiene apoyo bíblico.
Nota 2.
Según los musulmanes; Jesús no fue crucificado. Jesús subió a los cielos y fue Judas Iscariote quien tomó su lugar de manera clandestina. También afirman que las treinta monedas de las que habla la Biblia nunca existieron.
Conclusión:
Judas Iscariote no se salvó conforme a las Escrituras. La salvación está disponible para todos los que han experimentado un cambio en el corazón, un cambio de actitud, un arrepentimiento que da fruto por medio del Espíritu Santo. Jesus dijo: " ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? y en el versiculo 71confirma la persona de la que está hablando. "Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón ; porque este era el que le iba a entregar, y era uno de los doce". Juan 6:70-71. por lo que vemos en estos versiculos. Jesús no solamente distinguía a Judas de los demas discipulos, sino que sabía con exactitud quien era.
Ademas quiero aclarar que con esto no he mandado a Judas al infierno; lo que he expuesto en esta nota es solamente lo que puedo entender por medio de las Sagradas Escrituras.